
Ya por fin el suplicio terminó, las eternas clases llegaron a su fin, con unas pequeñas grandes piedras en el camino. Las horas de desvelo que matan los pensamientos, los cafes que torturaban el hígado, los cigarrillos que ahogan los pulmones.
Se acabaron los eternos dolores de sienes, que alborotaban los lugares mas reconditos de mi machacado cerebro, envuelto entre teorías, estructuras sintácticas, fonemas, ensayos, puntos y comas. Me alegro no volver a ver sus caras por un tiempo, aunque los quiera mucho, sean mis compañeros, confidentes, pero necesito limpiar mi espalda de tanto polvo.
Este año por desgracia fue más largo de lo normal, gracias a un par que entre humo y proyectiles sueñan con hacer un chile y mejor, pero no si esos 4 personajes se dieron cuenta de que no ha hech nada por estas almas que soñaron en pasa un año nuevo con sus padres, sin pensar en que quedaba un prueba que deseaba romper muñecas y exprimir sudor. Pero el mundo ya giró y el viento se llevó el humo y ahora solo quedar ser el hombre libre que por solo un mes y medio tratará de gozar de la vida que tal vez por un mes no pudo.