lunes, diciembre 17, 2007


El tiempo se puedo convertir en la peor que devora tus entrañas, si le das la espalda te roba la cabeza, pero si le das un poco de azúcar se convierte en un tierno conejo de algodón, lo peligroso es que ese dulce jarabe lo transpira tu corazón.

miércoles, diciembre 05, 2007

Una Mañana




La mañana me recibió como siempre con un estruendo musical, la única manera de abandonar a morfeo, para seguir con la rutina de la ducha, el desayuno, buscar lo que siempre pierdo en la mañana; con el reloj pisandome la espalda, ¿porque nunca puedo llegar? por genética no es, recuerdo cuando mi madre siempre me decía "siempre tienes que llegar 5 minutos antes" será desde hace unos 20 años y todavía no aprendo, despúes de la culpa salgo corriendo a tomar la "micro-tortuga", que pueden ser 15, 20, 25 y hasta 30 minutos y no pasa, el tiempo se me hace eterno y pienso en si podré entrar, si mi esfuerzo será válido, haberme levantado tan temprano y correr como león tras su presa para llegar a una clase que no siempre tiene bueno frutos, la micro llegó, me recibe un hombre que respira amargura, con cara de fruta al sol, pero me preocupa llegar a mi destino. Ahora solo me queda esperar los 40 minutos que se pueden usar para mirar el paisaje repetitivo de la cuidad, leer algún libro, estudiar a última hora para una prueba, imaginar el futuro, analizar la película de la noche anterior y hasta ver como cambiar nuestro sistema económico, así se pasa volando los largos eternos minutos en una lenta y vieja micro, que anda como un anciano decrépito sin conciencia del que viene atras. La micro se llena con obreros, nanas, profesores, estudiantes que con sus uniformes se sientan sin mirar a su alredor y ver que la abuelita o la señora con guagua quiere sentarse, porque al parecer ellos son más importantes. Ya casi llegó, al final sólo fueron 20 minutos, espero la piedad de mi profesor de turno y me abra la puerta aunque me reciba con la cara de "última vez que lo dejo entrar", ahora solo me queda sortear el laberinto de gente que no me deja salir, el niño de la mochila grande, la señora de la cartera enorme, el caballero alto, la niña bajita, el hombre con cara de no me empujen sólo la práctica te hace no volarle la cabeza a alguien, pisarle el dedo a la señora o no rozarle algo a alguna señorita "decente", que por lo demas no me gustaria, al fin salí de mar de gente que parecian sardinas enlatadas, caminé lento por que por una par d minutos más no cambiaba mi situación de atrasado, toque la puerta y no se abria nadie, volví a tocar un poco más fuerte y nada, pense uno segundo y tuve la intención de mandar un papel por debajo de la puerta para ver si el profesor no queria abrir la puerta pero no supe que escribir, dentro de adormirlada cabeza pasó la idea de si la clase se habia suspendido y fui donde hace 10 minutos habia pasado y miré un gran letrero que decia: "CLASE DE LAS 8:00 AM SUSPENDIDA....LA PROFESORA"